La reflexión del día.
Observaba las calles que daban al parque, y vi a una mujer llorar desconsoladamente, tenia el cabello desdeñado y nadie se conmovía, nadie se acercaba. Al otro lado estaba pasando un actor famoso, quizás había participado en algún rol secundario de alguna novela del momento, pero aún así todos en el parque corrían a tomarse una foto con esa "estrella" porque representaba lo que ellos en su interior deseaban, fama y atención. La mujer se seco las lagrimas y se fue, el actor subió a su automóvil y desapareció. El parque volvió a estar tranquilo, estaba comenzando a atardecer y no había tanta gente, uno que otro niño corría, pero eso era todo. Entre tanta calma un sentimiento de asombro y remordimiento se hizo paso en mi. Esa pobre mujer quizás estaba pasando una situación muy difícil, quizás le habían diagnosticado una incurable enfermedad y tenia dos niños pequeños, quizás necesitaba consuelo y nadie, ni siquiera yo tuvo el valor o la consideración de ofrecerlo, de preguntar. Pero al famoso actor, que tiene todo lo que se puede desear en la vida no le falto atención, entonces una duda me invadió, ¿Hace cuanto tiempo se volvió mas importante la atención excesiva a la afectividad y compasión humana?.
Pero sin duda tenia una respuesta sencilla, desde el momento en el que dejamos de tener solidaridad, de compadecer al otro un sentimiento de desarraigo nos invadió, poco a poco hasta que nos separó. Y ese día aparecieron las etiquetas. las criticas, los chismes y las ganas de destruir a los demás por simple diversión. Ese día aparecieron los engaños y solo el interés por la familia, pero esto siguió avanzando, este virus de despreocupación llego a nuestros hogares, familias enteras se distanciaban por este sentimiento de intolerancia que se adueño de nosotros, los niños comenzaron a crecer solos, llenos de tristeza y frustración, de soledad. Y después de tanto llorar y de aprender a ser fuertes por nosotros mismos no nos importó más los demás. En un mundo que cada día hay más personas, nos sentimos cada vez más solos, más aislados, más incomprendidos. Algunos se dejan llevar por las modas del momento, porque es una distracción, porque les ayuda olvidar, porque sirve para cerrar los ojos y los que no pueden adaptarse, los que son más que objetos de una sociedad cada vez más triste, son los que lloran en parques sin que nadie se acerque.
Y aunque habrá personas como yo queriendo acercarse, personas que quieren encontrar a alguien igual a ellas , alguien que quiere más de la vida que ser una marioneta de las modas pasajeras, de los cambios repentinos; Esas personas tendrán miedo de acercarse porque han llegado a dominar el arte de camuflarse en un mundo en donde tienes que ser fuerte para sobrevivir y solo esperan una oportunidad para actuar.